A medida que tu edad avanza, principalmente después de los 40 a 45 años de edad, tus ojos pierden progresivamente la capacidad para enfocar adecuadamente los objetos que se encuentran cercanos, fenómeno conocido como presbicia. La mayoría de los pacientes compensan inicialmente alejando los objetos que están intentando leer, hasta que esto no es suficiente, y se debe recurrir a algún tipo de ayuda externa para recuperar la calidad visual. Se trata de un proceso natural, por el cual pasan absolutamente todos los seres humanos, aunque algunos pueden notarlo más que otros en su vida diaria. La presbicia no manejada genera una marcada alteración en la calidad de vida de los pacientes, ya que no les permite un adecuado y cómodo funcionamiento para sus actividades del día a día, como leer o firmar. Esta condición óptica ha llegado incluso a ser llamada 'la última frontera de la Oftalmología', dado lo particular y complejo de su manejo quirúrgico.
A la fecha, la presbicia puede ser manejado por medio de anteojos, lentes de contacto, y cirugía ocular. El Dr. Kepa Balparda pone a tu disposición todo el espectro para el adecuado manejo de esta patología, incluyendo el tratamiento quirúrgico como no quirúrgico de la condición visual.
Anteojos:
Los anteojos son una de las eleciones más utilizadas para el manejo de los defectos refractivos, incluyendo la presbicia. Son altamente efectivos y muy fáciles de usar. Para este tipo de pacientes, se utilizan anteojos de varios diseños, incluyendo bifocales y progresivos, entre otros.
Lentes de Contacto:
Los lentes de contacto son una excelente opción para los pacientes que desean un manejo de sus defectos refractivos de una forma práctica, evitando el componente estético negativo que algunas personas relacionan con los anteojos y sin tener que preocuparse por otros elementos como la lluvia o la limpieza de los anteojos durante el día; además, los anteojos pueden ser facilmente olvidados o pueden sufrir quiebres accidentales. No todos los pacientes con presbicia son buenos candidatos para el manejo con lentes de contacto, por lo que cada caso requiere una evaluación personalizada.
Monovisión con Láser Excimer:
Este tipo de intervención utiliza un láser de baja potencia y altísima precisión para generar un cambio en la forma de la córnea (parte más externa del ojo), permitiendo así corregir el defecto refractivo del paciente de forma permanente. De esta forma, se permite que uno de los ojos (el ojo dominante) tenga una excelente visión lejana mientras que el otro (ojo no dominante) es enfocado para mejorar de forma significativa la visión cercana. Se trata de una excelente opción quirúrgica, principalmente para aquellos pacientes que no tienen ningún grado de catarata.
Cirugía con Lentes Intraoculares Fáquicos:
Este tipo de intervención implica la colocación de un lente para el manejo de la presbicia en el interior del ojo, sin retirar el cristalino (estructura intraocular que al ponerse opaca con el tiempo genera una catarata). Se usa generalmente para pacientes sin ningún tipo de catarata, con defectos refractivos de base altos, o en aquellos en los cuales su córnea no se encuentra en condiciones adecuadas para cirugía con láser (por ejemplo, córneas muy delgadas). Esta opción se reserva sólo para aquellos pacientes que no tienen ningún tipo de catarata y que son relativamente jóvenes, por debajo de los 50 a 55 años de edad. Al no retirarse ningún tipo de estructura del ojo, la cirugía es absolutamente reversible. Es un procedimiento ambulatorio, con un excelente perfil de seguridad, y con unos resultados visuales maravillosos.
Cirugía de Cristalino con Lente de Alta Tecnología:
Se trata de una técnica intraocular que utiliza la forma más moderna de extracción de cristalino (facoemulsificación) usando microincisiones (la mayoría cercanas a un milímetro de tamaño) colocando en su lugar un lente de última generación que permite mejorar de forma marcada la visión lejana, intermedia y cercana. Es una opción ideal para aquellas personas que buscan una calidad visual superior en las diferentes distancias de visión, tengan o no tengan cataratas. Su principal beneficio es permitir que ambos ojos estén enfocados para permitir una adecuada visualización a diversas distancias, por lo que la calidad visual es extraordinaria. Es una excelente opción especialmente para pacientes por encima de 50 a 55 años de edad o aquellos que tienen ya algún grado de catarata. Es un procedimiento ambulatorio, sumamente segura, y que le permite al paciente una maravillosa calidad visual.
El objetivo de este tipo de cirugías es disminuir al máximo posible la dependencia a los anteojos, logrando así que la inmensa mayoría de los pacientes puedan despedirse de las gafas y los lentes de contacto para sus actividades del día a día.
Programa ya tu cita para una evaluación detallada por el Dr. Kepa Balparda, quien se encargará de considerar tu caso específico y proponerte las distintas opciones que pueden ser utilizadas en tu situación clínica individual, para que puedas alcanzar ¡Tu Mejor Visión!.
